Relajación
Las técnicas de relajación más sencillas son fáciles de usar y muy eficaces. Si las uso con la intención de conectarme con mi esencia, obtendré los mejores resultados.
- “la ansiedad me está comiendo viv@”
- “no puedo dormir bien”
- “me siento cansad@ todo el día”
La resistencia es un desarreglo generalizado. Surge al existir un desajuste entre “lo que es” y “lo que yo quisiera que fuera”.
Las dolencias tales como hipertensión, ansiedad, insomnio, depresión, desórdenes digestivos, sobrepeso impotencia y desgano sexual, caen en la categoría de resistencia. Para no sufrir de esas dolencias, lo que hago es aprender a vivir mi vida desde la conexión con mi esencia, como se explica en otras páginas de este sitio.
Para alcanzar esa conexión, puedo hacer las prácticas de yoga, meditación y técnicas de relajación. Esas prácticas también me ayudarán a soltar los nudos musculares, emocionales y mentales que me han creado esos desarreglos.
Los ejercicios de relajación me alivian y me ayudan a restablecer el balance. Si los practico con la intención de conectarme con mi esencia, estaré sacando el mayor provecho.
Las técnicas de relajación buscan relajar los músculos del cuerpo y apaciguar la actividad emocional y mental. Hay muchas técnicas, pero ahora quiero conocer alguna sencilla cuyos beneficios hayan sido comprobados.
¿Cómo me preparo?
Trabajo con la visualización, las sensaciones corporales, los músculos y la respiración. Lo que quiero lograr es aflojar la resistencia para dar paso al estado natural de bienestar.
La respiración es profunda y abdominal.
Busco:
- un sitio tranquilo donde pueda estar sin interrupciones
- separar unos 15 a 20 minutos
- luz y temperatura confortables
- acostarme boca arriba con un almohadón bajo las rodillas
- si prefiero, puedo realizar el ejercicio sentad@ en una silla
- puedo poner música suave, inspiradora, de preferencia instrumental
¿Qué hago?
Respiro profundamente tres veces y repito de vez en cuando.
Elijo realizar estos ejercicios de relajación con la intención de permitir que fluya mi estado natural de bienestar – esta elección es clave.
No lucharé contra nada, simplemente favoreceré la tranquilidad y el relajamiento.
Visualizo:
- los dedos de mi pies y suelto
- mis pies, los relajo
- mis tobillos, aflojo
- siento cómo se afloja cada parte de mi cuerpo
- pantorrillas, suelto
- rodillas, aflojo
- muslos, relajo
- caderas, suelto
- permito que sea el peso el que acomoda mi cuerpo
Esa es la idea.
Sigo con el abdomen, pecho, espalda y hombros. En este punto, paso a las manos y brazos. Luego paso al cuello, pelo, músculos de la cara, orejas, nariz y ojos.
Puedo ser tan creativ@ como quiera con estas técnicas de relajación. En algunos momentos, puedo escoger entrar a profundidad a alguna parte de mi cuerpo.
¿Eso es todo?
Eso es todo.
Lo que ahora me toma 10 a 15 minutos, con la práctica, puedo llegar a completarlo en 5 minutos o menos.
Asombroso, ¿verdad?
Asumo esta experiencia como un deleite en vez de una obligación. Disfruto el placer de sentir esas sensaciones tan deliciosas y ese estado tan especial.
Esta es la técnica recomendada por el Yoga de Biocreación.
Tiene similitudes con otras técnicas de relajación, pero en esta enfatizo la intención, libre y conciente, de permitir que fluya mi estado natural de bienestar.
Con el tiempo, esta simple intención hará una diferencia gigantesca.
Me llevará más allá de los beneficios de la relajación. Me ayudará a alcanzar la conexión con mi esencia, lo mejor de mí.
Ahora quiero empezar a experimentar el relajamiento.