Mi pensamiento – II

Todo lo que sucede en mi vida
(lo que soy, lo que hago, lo que tengo)
tiene una causa
y esa causa está dentro de mí, no afuera.

Sección II

He aprendido que sólo podré cosechar lo que he sembrado.

También indagué por qué lo que sucede en mi vida es el resultado de los pensamientos que he pensado.

Me pareció un poco raro al principio, pero luego le vi la lógica en muchas situaciones de mi vida.

Hoy exploro más adentro…

 

Para cada cosa que sucede en mi vida hay una causa – un pensamiento que la genera

 

Slide13Todo lo que sucede en mi vida (lo que soy, lo que hago, lo que tengo) tiene una causa y esa causa está dentro de mí, no afuera.

Una amiga se quejaba de que no encontraba pareja.

Ella se cuidaba de verse bien, de estar en muy buena forma y de asistir a sitios o eventos a los que llegaban muchos posibles candidatos.

Estaba haciendo todo lo “correcto” para atraer a su compañero deseado, pero éste no terminaba de llegar.

Decidimos aplicar la Ley de Causa y Efecto a su caso para indagar más profundamente.

¿Cuáles son tus pensamientos dominantes?

“Quiero encontrar a este hombre de mis sueños, siento que lo quiero, siento que ya estoy lista.”

¿Y cómo es él?

“Es cariñoso, inteligente, triunfador.  Es independiente y muy atractivo, pero fiel.”

¿Qué querés decir con eso de fiel?

“Es que ya estoy cansada de los hombres que sólo piensan en sexo, que están con una pero vuelven a ver cada enagua que pasa.  Es que ya no quiero una relación en la que voy a sentir que me van a dar vuelta.”

¿Todos los hombres son infieles?

“Sí.  Bueno, todos los que conozco y he conocido.  Sé que exagero, pero es lo que predomina.”

Mmm…  La lógica nos dice que si todos los hombres son XXX y no hay YYY, pero que vos buscás YYY entonces no lo vas a encontrar.  ¿Tiene esto sentido para vos?

“Lo acepto, pero también sé que en la realidad debe haber hombres que tengan actitudes diferentes.”

Lo que sucede en mi vida es el resultado de los pensamientos que he pensado.

Esto es importante comprenderlo bien.

Si tus pensamientos dominantes han sido que no querés hombres infieles y no tenés buenas expectativas de que haya hombres fieles, entonces el resultado es que no hay hombres adecuados para vos.

Desde la perspectiva de la lógica, estás buscando algo que no crees que exista.

Desde la perspectiva de tu vibración, estás atrayendo precisamente lo que no querés – hombres infieles – pues infidelidad es parte de tu receta.

“¡No es justo! Me he aclarado bien lo que quiero, hago todo lo que hay que hacer para lograr lo que quiero.”

Todo eso está muy bien, pero debés limpiar el desorden que tenés en tu mente en ese punto.

”Entonces, ¿qué es lo que tengo que hacer para limpiar mi enredo?”

Asumí la dirección de tus pensamientos y permitite sólo los pensamientos de lo que sí querés.

Si de pronto te aparecen pensamientos de lo que querés evitar, no luchés en contra de ellos.  Solamente regresá gentilmente a tus preferencias.

”Voy de nuevo: Él es cariñoso, inteligente, triunfador.  Es independiente y muy atractivo.  Está listo para iniciar una relación estable con una mujer como yo.”

Hacé que tus preferencias sean las que dominan en tu mente.  Al acercarte más y más a eso, sentirás una emoción fuerte que te impulsa, que te construye.  Y verás cómo incluso se despierta una esperanza nueva.

”Ahora le veo más sentido a esa ley.  No creí que tuviera implicaciones tan extremas.  Entonces ¿corrijo eso y ya aparecerá mi hombre perfecto?”

¿Qué querés decir con hombre perfecto?

”Pues, que sea amable, guapo, libre y que quiera centrarse en una relación estable conmigo…  Bueno, una relación en la que no quiera controlarme.”

Pareciera que hay otro enredo por el lado del compromiso y el control.

“¡Ay no! Bueno, ya he aprendido a reformular: Quiero que nos acerquemos con libertad y que poco a poco exploremos la posibilidad de compartir más y más de nuestras vidas, sintiéndonos muy cómodos uno con el otro.”

Eso se siente mucho mejor.

De la misma manera, cualquier otra cosa que aparezca en el camino que huela a resistencia, la reformulás y limpiás el desorden.

Poco a poco irás provocando que lo que sembrés, o sea, tus pensamientos dominantes, se refieran a las cosas que preferís.  Así, recogerás la cosecha de eso que preferís.

Si encontrás en tu vibración alguna resistencia, algún “pero”, detenete.

Aclarate:  ¿Qué es ese “pero”? Buscá cuál es su contraparte positiva.  La contraparte positiva es lo que sí quisieras en lugar de esa amenaza.

Por aclarado el asunto, sustituí ese “pero” y formulá de nuevo tus pensamientos.  Sentirás una emoción poderosa.

Si no aparece esa emoción poderosa, investigá.  De seguro queda algo que obstaculiza y que debe ser reformulado.

”Sí es cierto.  Ya siento rico.  Y siento una sensación liviana como de haberme liberado de un peso.  Me siento más clara y con mejor dirección.”

Decíamos que para cada cosa que sucede en mi vida hay una causa – un pensamiento que la genera. Viste cómo tu falta de pareja se debía a que estabas llamando a una persona que “no existía”. Por otro lado, querías una relación pero no la querías (por el asunto de compromiso).

Ahora, ya estás sembrando una semilla clara y sin contradicciones. Veremos en qué para esto.

 

Mi pensamiento es una causa, lo que sucede en mi vida es el efecto

 

Slide10Mi pensamiento es el que origina todo, es la causa inicial de todo lo que sucede en mi vida.

Es fácil ver que mis palabras y actos provocan efectos directos.

Si soy agresivo con alguien, provocaré una reacción similar o peor en esa persona.  Si sorprendo a mi amiga con palabras de aprecio, ella va a reaccionar con alegría y estima.

Mis palabras y mis actos son causa de lo que sucede en mi vida.  Causa y efecto – es fácil.

Pero mis palabras y actos son sólo una extensión de mi pensamiento.  Lo que digo y hago nace primero como pensamiento en mi mente.

Mi pensamiento es la causa original de todos los efectos que “aparecen” en mi vida.

Si llego al fondo de esto, necesariamente concluyo que nada “sucede” en mi vida.  Lo que en apariencia “sucede” es el efecto de los pensamientos que han dominado dentro de mí.

Todo lo que soy, tengo y hago,
me guste o no me guste,
tuvo su origen en un pensamiento.

Si todo lo que “sucede” en mi vida es efecto de mis pensamientos, entonces mejor empiezo a limpiar mi mente, para que los efectos sean más deseables.

Asumo el compromiso de permitir en mi conciencia
sólo aquellos pensamientos que me llevan
hacia lo positivo, hacia construirme, hacia crecer.

Es muy posible que al igual que muchas otras personas, yo reaccione ante esto y empiece una discusión justificando por qué esto no es así.

Respiro profundamente y me relajo.

No tengo ninguna obligación de aceptar esto, pero puedo permitirle un espacio de exploración.  Sólo voy a explorar un rato, para ver algunas implicaciones que parecen tener sentido.

Voy a darle una oportunidad a estas ideas para que se organicen un poco dentro de mí y tal vez me aporten algo de valor.

Más adelante quedará más claro lo que por ahora parece pensamiento mágico.  Pero mejor vamos un paso a la vez.

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