Taller de Biocreación
Descubriendo mi pasión
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Mi fuerza no viene de afuera ni por esfuerzo.
Viene desde el centro de mi ser.
Quiero desatar esa fortaleza
para sentir que ¡sí puedo!
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Mi fuerza se manifestará cuando me conecte con mi esencia y desate la energía que viene de mi centro.
Tantas personas se quejan de:
Eso que sienten es el resultado de poner la atención justamente en lo que no se quiere. Con el tiempo, sostener la atención allí termina debilitando y agotando a cualquiera.
Dirán: “¿es que usted quiere que ignore esa realidad y viva como si nada estuviera pasando?”
Nadie está sugiriendo ignorar algo que molesta. Lo que sería más constructivo es que yo ponga toda mi atención en la solución de eso para alinear mi energía en esa dirección.
Cuando alineo mi energía en la dirección de lo que sí quiero, inmediatamente me siento mejor, se empieza a desatar mi fuerza y me vuelvo más creativo.
Si lo que tengo es miedo de lo que pueda pasar en el futuro, miedo a ciertas personas, ladrones e incluso a los fantasmas, voy a estar cada vez más temeroso y débil si pongo mi atención en eso que no quiero.
Voy a conectarme con la fuerza para superar esos miedos al poner mi atención en la abundancia de lo que quiero:
Quiero conectar con mi centro para desatar mi fuerza interior.
Seguir mi pasión es asegurarme el éxito.
Al encontrar cuál es mi pasión, mi camino hacia el éxito está prácticamente asegurado pues…
…serán incontenibles.
Porque la pasión, así como todo lo que proviene de mi autenticidad es incontenible, irresistible, ilimitado y arrasador.
Eso parece un anuncio publicitario, pero es real. Los triunfadores más destacados lo confirman.
Me conecto con la esencia de quien soy en verdad y todo lo demás se acomoda.
La pasión es aquello que me ilusiona profundamente hacer, que me carga de energía en vez de desgastarme.
Seguir mi pasión…
Encontrar cuál es mi pasión y dedicarme cada vez más a ella es mi camino. Si no lo hago me estaré traicionando.
Quiero estar matriculad@ siempre del lado de la luz.
Si de algo tengo claridad, es de eso.
Quiero aplanchar mis arrugas y recoger mis regueros. Quiero dejar atrás mis resistencias: enojo, miedo, tristeza, preocupaciones y todos los demás pensamientos que me disminuyen y emociones que me destruyen.
Quiero fortalecer mis virtudes: sentir más amor por mí y por los demás, vivir con más alegría, más coherencia, más inspiración y cada vez con más sabiduría.
Conecto con la luz cuando conecto con mi esencia, con lo mejor de mí.
Ya sé que:
Allí está mi verdadera fuerza.
Estoy por crear la mejor parte de mi vida.
Desde el momento en que yo elijo una actitud hacia la vida que sea acorde con lo más auténtico de mi ser, me empiezo a sentir libre de todas esas cargas que vengo arrastrando desde tiempo atrás.
Esas cargas son los hábitos de pensamiento y sentimiento (y creencias y expectativas) que aprendí desde muy temprano y de los cuales normalmente no soy muy consciente.
Pero ¡suficiente!
Ya no quiero arrastrar más cargas. Ahora sólo quiero lo que me fortalezca, me alegre y me libere.
Elijo desde lo más profundo de mi ser, construir la vida que siempre he querido vivir. Lo haré paso a paso, con gentileza y con mucho amor hacia mí mism@.
Qué delicia sentir esa fuerza. ¡Qué libertad! ¡Qué cosa más extraordinaria!
El temor y la debilidad existen cuando no entiendo que tengo el poder…
…de emitir la vibración de la fuerza y que el universo responde dándome más fuerza.
Cuando pongo mi atención en la fuerza que quiero, empiezo a abrir las válvulas para que fluya más y más energía de la fuerza de vida.
Debiera sentir mi fuerza interior de manera natural y espontánea. La razón por la que no siento esa fuerza es porque la he bloqueado con temores, creencias de limitación y otras resistencias aprendidas durante la vida.
El problema es que me creo esos pensamientos y expectativas de que no tengo suficiente fuerza, porque han pasado cosas que me hacen llegar a esa conclusión. Si sigo en esa línea sólo voy a reforzar las limitaciones, los miedos y las debilidades.
Para soltar esas resistencias, pongo mi atención en la fuerza que quiero y en las razones de por qué la quiero. Así empiezo a generar una vibración fresca, poderosa y constructiva. Repito este proceso hasta cambiar mi vibra y empezar a soltar las resistencias. Lo hago hasta que la energía de la fuerza interior empiece a fluir.
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